Capítulo 1: ...se hace el camino al andar.

Not-so-Big Ben

Una semana. Llevo en Albión una semana. Y por lo que se ve, sigo vivo (tampoco me hagáis mucho caso con ésto). Prácticamente 7 días En Londres, Reino Unido.

La historia de por qué estoy aquí ya os la sabéis todos (y si no, da igual, ya no importa, pues ya estoy aquí). El domingo de la semana pasada de despedía de mi madre (hola, mami, sé que estás leyendo) sobre las seis menos cuarto de la tarde, para pasar el control policial y seguir hasta la puerta de embarque. Una vez en el avión, ya era más que obvio que no había marcha atrás, aunque nadie dijo que quisiera esa opción. El vuelo, más veloz de lo que me hubiese podido imaginar (escuché tres canciones, hablé con una azafata, y ya habíamos llegado) me llevó hasta Stansted, desde el que cogí el National Express hasta Marble Arch.

London Eye y Ayuntamiento

Muerto de frío (durante el viaje porque el conductor tenía la ventanilla abierta y me daba en los pies, y al bajarme del bus, en todo el cuerpo) me dirigí a mi segunda prueba hercúlea: el metro. Cargando con una maleta de 26 kilos y una mochila de 7'5k, entré en la red subterránea probando que no entendía ni papa de inglés y que tenía miedo. Nunca se me ha resistido una red de Metro, me da igual el idioma en el que esté... Español, catalán, inglés o húngaro... Entré, vi y vencí. Llegué, exhausto al albergue Torquay House, y tras picar a la puerta, me abrieron, aunque no fuese nadie del staff y hubiese sido pura coincidencia. Tras un par de problemillas con la reserva, entré en mi habitación, donde caí fundido al instante.

¡Mira, un yo salvaje posando delante del Parlamento Británico!

 ¿Qué haría un chico de 21 años con cierto sentido de la aventura, una Oyster Card Weekly (tarjeta de metro/bus/tren pagada para tener los viajes gratis durante una semana entera), solo por Londres? La respuesta es obvia: "Vamos a conocer lo típico y/o/u/o bien a perdernos por las calles". Y eso hice. Bajándome en Westminster, llegué a una cafetería (un café muy bueno, Café Nero, se llama) justo enfrente de un edificio que TODO el mundo conocería. Levanté la vista para comprobar que estaba en lo cierto. Cómo no, así fue. El Not-so-Big Ben (no voy a explicar el chiste, solo que es más pequeño de lo que parece), la Abadía de Westminster, las Casas del Parlamento, el London Eye... todo, tan cerca... Sonreí, dandome cuenta, por enésima vez del acierto que fue venir. Eché un cigarro mientras daba sorbitos pequeños a mi Mocca de chocolate blanco y continué mi camino.

Picadilly Circus y ¡olé!

Llegué hasta Picadilly Circus, donde me encontré la ENORME pantalla de Sanyo, la estatua de Eros, la tienda Cool Britannia y el Trocadero. Me perdí por calles para encontrar el Soho, pero parece ser que necesitaba un mapa, ya que solo encontraba cosas hetero. Seguí perdiéndome por callejuelas hasta que mi instinto me hizo mi primer regalo. Entrad en http://www.forbiddenplanet.com/, por favor, no pienso decir nada más al respecto. Si quise perder tiempo ese día, ésa fue la ocasión. Volveré.

Llegué a la parada de metro Barbican, comí en Pret-a-Manger, llegué a la agencia y arreglamos todo el papeleo. Son muy agradables y todo va fenomenal. Volví exhausto al albergue, con un dolor de pies de los guapos (cabe decir que me hacían daño los zapatos, y tengo una herida cojonuda en el talón izquierdo). Y así concluye el lunes.

El ala de la mariposa tiene un arcoiris...

El martes fue más aburrido. Dejé el albergue, fui a Leyton, a una inmobiliaria para que me diese las llaves de mi piso y todo chachi, me dijo que no me esperaban y que volviese más tarde, pero que podía dejar la maleta. La dejé y me fui a recorrer la zona. El el supermercado enorme que hay allí me encontré a unos chicos de Barcelona que conocí el día anterior en la agencia, me compré un móvil, comí por allí y volví a la inmobiliaria. Me dijeron que había un problema, y que no tenía sitio para quedarme (la habitación "reservada" para mí, estaba reservada para otr@ desde principios de noviembre), así que me mandaron a otra inmobiliaria (y de camino me perdí, porque el tío hablaba demasiado rápido y no entendí la parte de "bajas en Leytonstone y sales por la salida de la izquierda, no por la de la derecha"). Llegue a dicho sitio y me atendió un tío genial. Me llevó en coche hasta mi casita, me enseñó la zona y todo genial. Terminamos el pago, contrato y todo genial. Esa tarde me ayudaron los de la agencia con el movil y dormí por fin en mi casita.  

Southwark Cathedral.

El miércoles tuve dos entrevistas de trabajo, en el The Thameside Inn y en All Bar One, ambos cerca de la zona del London Bridge, pero me costó encontrarlos... Recorrí un poco más la ciudad y me fui a casa, cansado de caminar TODO el día (oh, y tuve un problema de bichos en mi cuarto, pero el majo del piso me ayudó a librarme de la plaga... si es que, con caseros así...).

El jueves quedé con Penny, una chica super majísima y friki que me han presentado. Es megaencantadora. Dimos una vuelta por el Soho (a todo esto, antes de quedar con ella me recorrí la mitad de bares de ambiente de la zona para dejar currículum.... casi todos, cerrados (normal, 11 de la mañana.... imbécil...)). Fuimos a comer a un restaurante de Chinatown supergenial, dimos vuetas por aquí y por allá, fuimos a Camden Town a que conociese la zona y echase currículums por ahí (como moló) y todo muy chachi. Volvimos al Soho, tomamos una en el Escape (declarado ya como mi bar de ambiente favorito xD) y pa casita.

Tower Bridge

Y viernes y sábado fueron días más caseros. El viernes fui a Primark a comprar un edredón, una almohada y fundas para todo (nota pseudomental: NUNCA vayáis un viernes seminavideño a las 4 de la tarde por Oxford Street... Para los ovetenses, si pensáis que Uría se llena... A codazos, vamos, ¡¡a codazos es la única forma de pasar!!)  y ayer a por un tendal de radiador para la ropa (y hoy tendré que comprar pinzas, listo que soy yo).

Y poco más.... El miércoles de paseo por un parque vi una ardilla y me entretuve a seguirla y sacar fotos... Las cosas están muy caras, pero prefiero comprarme todos los días un sandwich (menos de 2 libras) que cocinar en la cocina de mi piso.... Y no sé... Mañana, lunes, planeo ir a ver Harry Potter, mientras continúo con mi labor de echar currículums (¿currículos? ¿currícula?) por todas partes.... Y no sé, cosas así alternas que se me ocurren pero no tienen mucho sentido. Quizá, en la próxima entrega, escriba costumbres autóctonas o cosas así.

Nos vemos en la próxima edición de este, mi maravilloso, blog (menos lobos, caperucita).

Pasad una buena resaca o buen final de fin (valga la rebuznancia) de semana. Yo estaré en mi cuartito viendo Doctor Who en su última entrega...

Stay tuned.