sábado, 14 de mayo de 2011

Capítulo 7: Paso del tiempo.


Y justamente hoy, hace 6 meses que llegué a Londres...
Buenos días, mis queridos lectores. Antes de que me agobiéis con numerosos mensajes en diferentes redes sociales (porque está visto que aquí no comentáis ni aunque os vaya la vida en ello), tengo que decir que si algo mantengo es que no actualizaré el blog a menos que me pasen cosas. Razones:

- Hablar por hablar es absurdo, al menos, en cuanto a entradas de un blog se refiere.
- Para contar mi día a día ya puedo usar Tuenti, Facebook, Twitter o inserte-nombre-de-red-social-con-mayor-o-menor-influencia-aquí.
Este blog se había pensado como una especie de diario. Medio diario, medio post informativo de mis avances. O lo que fuese.
Y sí, sé que he estado sin actualizar tres meses. Pero lo dicho: si al menda no le pasa nada interesante, no lo voy a escribir sin más.

Cuando la vea, me mata...
Hace varios meses, lo más importante que había pasado era la llegada de Lna y el concierto de My Chemical Romance en el Wembley Arena. Pues bien. El tiempo siguió pasando, y mi cumpleaños se fue acercando (como dije, y cualquier persona poco observadora lo habría notado). Cuando dicho día llegó, recibí un gran regalo de cumpleaños: Alekséi (Alejandro, un amigo mío de Madrid) vino una semanita a la zona.


La mañana de mi cumpleaños llegué temprano a la zona de la estación Victoria. Nada más llegar, recibí un SMS de Aleks diciéndome que su vuelo se había retrasado y que acababa de llegar a Stansted. Él aún tenía que esperar a que llegase el bus, y luego la hora y pico de trayecto desde Stansted a Victoria. Es decir, que aún me quedaba, aproximadamente, una hora y media de espera. Así que servidor se fue a información de National Express a ver a qué maldita hora llegaban (y ahí fue cuando me enteré de que quedaba hora y mucho) y, acto seguido, a ocupar una mesa en el Starbucks de la calle Eccleston con Buckingham Palace Road. Tras escuchar el "Danger Days" prácticamente entero y desayunar, y aún quedándome media hora, me dispuse a buscar la localización exacta de las llegadas del National Express. La gente, una de dos, o es idiota, o no sabe expresarse. También me podría atribuir la culpa, pero en mi defensa diré que el área de llegadas no puede estar más escondido. Tras dar más vueltas de las que me gustaría admitir que di, encontré el lugar. Pero el bus no llegaba. Y seguía sin llegar. Y el tiempo pasaba y el bus no llegaba. Hasta que recibo una llamada de Aleks diciéndome que el bus le había dejado en la entrada principal de la estación Victoria (si miráis un mapa, veréis que está lejos. Os ahorro el esfuerzo: cinco minutos de reloj de camino rectilíneo, y eso es lejos porque podía estar, literalmente, al lado, pero hay que rodear TODA la estación Victoria para ello).


Por fin. Bonito reencuentro y nos disponemos a turistear (sí, soy tan alucinante que me invento mis propios verbos) un rato. La primera y obvia parada fue el Not-so-Big Ben, Támesis, Parlamento y London Eye. Cómo no. Poco después pasamos a algo más interesante: comer. Como cabía esperar, fuimos a Piccadilly Circus (con previa parada en la CECA que tenía que sacar el dinero que me dio mi tía Idoia por mi cumpleaños :3). Cool Brittania y Trocadero de pasada. Y comida, por supuestísimo, en Misato. Rápido vistazo a Chinatown y pasamos a caminar entre bares de ambiente por el Soho (y aparición del chico random que me para por la calle, me come con la mirada y me llama "sexy" y se va). Nos tumbamos en Soho Square y luego le obligué, por negligencia mía, a caminar TODA Oxford Street en busca del maldito Primark (localizado, al lado de Marble Arch.. para la próxima voy en metro). De vuelta al Soho a tomar algo en The Yard (bar de ambiente del que ya he hablado, con patio interior y estufas) y pa casa. Esa misma noche recibí también, como regalo, este magnífico y magnánimo vídeo:




El miércoles (al día siguiente) usamos toda la mañana en el National Gallery, comimos en un Pret-a-Manger, pasamos por el Primark de Marble Arch para que cambiase la sábana bajera y nos fuimos a Lewisham un rato más tarde, donde cenaríamos con Penny (mi amiga) y Chris (su compañero de piso, el actor que salió de extra en HP y del que ya os hablé) en un pub/restaurante de estos típicos, llamado The Watch House. Luego, como cabía esperar de un miércoles en Lewisham, al karaoke del Two8Six, donde me dejé la poca voz que tenía ese día. Hubo un espectáculo de dragqueens super genial. E hicieron subir a Aleks a participar. Era OBVIO lo que iba a hacer: sujetar un cartelito con notas musicales mientras se cantaba la archiconocida canción de "Sonrisas y lágrimas" (y lo bien que quedé delante de la performer cuando me vio cantarla todo ilusionado). De madrugada, vuelta a casa con dos buses nocturnos y a dormir.



El jueves, si no recuerdo mal, nos entró la vagueza extrema y nos quedamos en casa sin hacer nada de provecho (vale, ver películas y series, cierto). El viernes nos acercamos al TATE Modern. Mientras Aleks hacía sus fotos, yo me quedaba embobado viendo un móvil de Alexander Calder. En serio, desde 1º de Bachiller, no sé que tienen que me encantan. Más vueltas, mirando piso por piso. Después el correspondiente paseo por el río, puentes incluidos. Atravesamos el Tower Bridge, rodeamos la Tower of London. Nos perdimos caminando hasta llegar a la catedral de St. Paul y, reventados, volvimos a casita. El sábado, fue día de Camden. Paseos por todos los puestos habidos y por haber, dando vueltas y encontrando genialidades. Encontré una máscara de Cybermen (Doctor Who, lo siento, me puede) con soniditos, distorsionador de voz y megagenial... qué pena no haber tenido dinero. Tras un grato paseo y una buena comida china, nos fuimos a The Yard de nuevo, a pasar la tarde (y no salimos de noche porque no hubo ganas, la verdad).



El domingo volvió a ser un día de relax total, sin salir de casa. El lunes, último día que estaría, pasamos por el British Museum, aunque la visita no fue completa, porque apenas habíamos empezado a pasar e la Europa Medieval y ya cerraban. Pasamos por un TESCO cercano a la parada de metro de Holborn  para aprovisionarnos para esa noche, que pensábamos pasarla esperando a su bus de vuelta a Stansted. Y mientras nos tomábamos la última consumición juntos en The Yard, nos dimos cuenta de lo absurdo de nuestro plan. Preferimos irnos a mi casa y, de madrugada, coger el bus a Victoria. Luego, muy por la mañana, se fue. Y yo volví a mi cama, ahora vacía (aunque suene raro, literalmente era así), a dormir.



Desde entonces, el tiempo solo ha pasado. Mi vida no ha tenido demasiados cambios desde entonces, la verdad. He reflexionado un poco sobre mí y mi futuro, y me he dado cuenta que la solución más factible es no pensar en él. Hace un año no pensaba ni remotamente salir de Asturias, y mirad dónde estoy. Entonces cabe pensar que, por mucho que piense en el futuro, éste tenderá a cambiar constantemente, no solo por mis acciones sino por su propia voluntad (a.k.a. infinitud de variables que se combinan). Así que he decidido vivir tranquilamente, aprovechando los días como se presenten y no haciendo planes ni demasiado extensos, ni demasiado lejanos. Así, mientras el tiempo pase, yo me iré adaptando fluidamente, evitándome contratiempos, falsas esperanzas, destrucción de expectativas y demás.



Dentro de unos días, más exactamente, el martes mi madre vendrá, una semana a Londres. No quepo en mí de alegría, como es obvio, pues hace medio año que no estoy con ella (sí, llamadas telefónicas, conversaciones vía GTalk y Windows Live MSN, e-mails y múltiples videollamadas por Skype, pero no es lo mismo). Y una vez se vaya ella (el 24) me prepararé para el MCM de Londres, una expo/salón-del-manga/comic-con de la zona. Y, cuando éste haya acabado, me pondré de nuevo a buscar trabajo. Camden, prepárate.


Creo que no me dejo nada en el tintero. Y en caso de hacerlo, lo comentaría en la siguiente actualización, o en un comentario, o se lo diría a los aludidos.
Un beso y un abrazo muy fuerte a todos mis lectores. Os hecho de menos, lo sabéis. Llegará el día en que vuelva a Asturias, al menos, de visita.



Enjoy.

PD1: Sí, me gusta abusar de los formatos, ¿vale? ¿Algún problema? ¿He de recordaros quién lleva ésto? ¿No? Genial.

PD2: Todas las fotografías de esta actualización fueron tomadas por Aleks y están subidas aquí con su permiso.